Lunes 22 febrero, 2016
Es indudable que, pese a cualquier adversidad, los bebés dan alegría en nuestras casas. Disfrutar tiempo de calidad con ellos, ayudándoles a estimular su cuerpo y mente, puede ser el pasatiempo más divertido y saludable si sabes cómo hacerlo.
Conoce algunos juegos básicos que te permitirán ejercitar las funciones motoras y cognitivas en diferentes etapas de tus hijos.
Motricidad fina: Son movimientos más precisos y finos que realiza con manos y dedos.
- Utiliza juguetes u objetos sonoros que pueda examinar con sus propias manos, procurando que estén limpios ya que, naturalmente, se los meterá a la boca.
- Ofrécele objetos con diferentes texturas, tamaños y consistencias como esponjas, cucharas, plástico, madera, etc.
- Permite que coma solo (no podrás evitar un pequeño desastre) alimentos como cereal, zanahoria, galletas, etc.
- Con la supervisión adecuada, permite que introduzca objetos pequeños en recipientes. Dale plastilinas para moldear y papeles que puede romper y arrugar a placer.
Motricidad gruesa: Son los movimientos amplios de su cuerpo, piernas y brazos.
- Colócalo boca abajo en una superficie firme y llama su atención para intentar que se voltee.
- Ponlo boca abajo sobre una almohada, toalla o cobija enrollada bajo su pecho, e intenta que tome un juguete con una mano y se apoye con la otra.
- Anímalo a sentarse tomando y halando suavemente sus manos cuando esté acostado.
- Siéntalo bien apoyado para comer, platicar o vestirlo. De modo que utilice sus músculos y aprenda a mantenerse derecho por sus propios medios.
Lenguaje: Relacionado con su capacidad de comunicarse y hablar.
- Imita todos los sonidos que haga con un tono suave para animarlo a seguir haciéndolos.
- Observa cuidadosamente sus gestos y refleja tus sentimientos con expresiones intensas.
- Sonríe y háblale en todo momento, siempre sabrá cuando te diriges a él.
- Siempre que puedas, cántale en tus brazos y nombra los objetos a su alrededor.
Habilidades socio-afectivas: Es su capacidad de relacionarse con otros, expresando sentimientos y emociones.
- Llévalo a lugares donde hayan más niños (preferentemente de su edad) para que puede convivir y jugar con ellos.
- Permítele ayudarte con tareas sencillas como limpiar, regar las plantas, sacudir o guardar sus juguetes.
- Ayúdalo a diferenciar y comprender qué objetos son suyos y cuáles son ajenos.
- Procura hablarle por su nombre e invita a otras personas a hacer lo mismo.
El ambiente ideal
Al realizar estas actividades toma en cuenta que estas sugerencias te ayudarán a lograr la mejor atmósfera para ese tiempo de calidad con tus pequeños:
- Escoge un lugar seguro e iluminado.
- Deja pasar al menos 30 minutos después de que haya comido.
- Festeja y premia cada pequeño o gran logro obtenido.
- Involucra a las personas más cercanas para enseñarles y aprender en familia.
- Procura hacer una rutina diaria o por lo menos tres días a la semana.
- Realiza los ejercicios al menos unas cinco veces por juego.
- Pon música, canta, haz algunas rimas o intercala diversos juegos.
- Usa tu imaginación para diseñar tus propios juguetes y ejercicios.
Es hora de divertirse. ¡Manos a la obra!