Si eres amantes de las plantas y quieres evitar los fertilizantes, esta será tu guía básica para crear tu propio compost casero, proveerles nutrientes a largo plazo y ahorrar hasta un 60% de agua.
Un menú biodegradable
Los residuos orgánicos como cáscara de huevo triturada, cáscara de papa, pepino, hojas de fresa y tallos son perfectos para una capa de abono orgánico, combinación que puedes variar en cada maceta o área de tu jardín.
Hortalizas como hojas vegetales de berro, acelga, hojas de remolacha, rábanos o apios. Restos de café o té son ideales para agregar a tus macetas, ya que apoyan el proceso de integración.
Déjalos fuera de tu abono
Evita las semillas en el compost de tus macetas, puesto que naturalmente germinarán y pueden cambiar la función decorativa de tu planta.
La cáscara de cítricos requiere mucho tiempo para integrarse a la tierra por lo que no las incluyas, al igual que los restos de la aspiradora, ni cenizas de ningún tipo. Desecha los restos de comida preparada como huesos, grasas o carnes, para evitar los malos olores.
Esta sencilla combinación y hábito no solo puede hacer que tus plantas crezcan más saludables y bellas, sino que te ayudan a reciclar y mantener tus ambientes agradables.
Recuerda que los tres ingredientes ideales para el reciclaje efectivo de desechos orgánicos son agua, aire y algo de calor.
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